DE SERIES DRAMÁTICAS Y CAMBIOS
En memoria de Fernando Mejía Barquera, excepcional investigador de los medios
Por: Jorge Meléndez Preciado
Después del culebrón de Samuel García y Mariana Rodríguez Cantú (muy fosfo- fosfo) que duró 10 intensos días, en los cuales las leyes fueron como de plástico: al mejor postor; han ocurrido cambios en determinada coalición y disparates en la otra.
Claudia Sheinbaum nombró a un equipo que dialogará con todos aquellos de acuerdo en profundizar lo realizado por la Cuarta Transformación, aunque discrepen de algunas, posiciones hoy.
Seguramente por ello, la abanderada de Morena, fue a Palacio Nacional, el 26 de noviembre, para acordar con López Obrador algunos nombres que se incluyeron en su equipo de trabajo.
Entre ellos los del gran economista: Gerardo Esquivel, que dejó el Banco de México y se fue a la academia. Tal vez el de Susana Harp, quien no alcanzó la gubernatura de Oaxaca, y el del científico, David Kershenovich, el cual está porque la salud en nuestro país sea universal y gratuita.
Claro, para mostrar que no hay ruptura, la científica de la UNAM tuvo a sus lados más cercanos a Juan Ramón de la Fuente, cabeza del equipo y a quien López Obrador quería hacer secretario de Gobernación en 2012, y al ex ministro, Arturo Zaldívar, encargado de los asuntos judiciales, tan cuestionables en la población.
Estuvo en el presídium, Javier Corral, ex panista, quien logró encarcelar al bribón de César Duarte, priista muy connotado. Y abajo, Alejandro Murat, estando en Oaxaca fue un mandatario cercanísimo a Andrés Manuel, tanto que dicho estado fue de los más visitados por el ejecutivo actual en este sexenio al que le quedan diez meses.
Los ex comunistas, por cierto, lamentaron que no haya ninguno de su equipo en la primera línea (sic rojo).
Para algunos, esto abrirá las puertas a más disidentes de ambas organizaciones que están desgajándose. Aunque en ocasiones, las rupturas traen más problemas que virtudes, como en Yucatán, donde los morenistas rechazan a Jorge Carlos Ramírez Marín, ex PRI, y Rommel Pacheco, antes en el albiazul.
Pero que Claudia trate de acercar a científicos, artistas (la poeta Irma Pineda) y otros sectores distantes, por falta de atención en la presente administración, es una buena noticia.
En el llamado ahora Fuerza y Corazón por México, las cosas van de mal en peor. Diariamente los columnistas anuncian que se incorporarán con Xóchitl personajes como Julio Frenk, Carlos M. Urzúa (antiguo secretario de Hacienda de AMLO) y Romero Hicks, en Ciencia, entre muchos más, pero nada se hace realidad.
Lo único notorio es que Max Cortázar ya empezó a operar en la guerra sucia contra Sheinbaum, algo que se elevará en los siete meses para las elecciones del 2024.
En tanto, Gálvez continúa llevando a cabo dislates al por mayor.
Lo mismo llamó a Movimiento Ciudadano a sumarse al Frente, luego que PRI y PAN impidieron a Samuel García dejar sucesor, lo que trajo una respuesta violenta de Dante Delgado. No supo (Gálvez en la FIL) el nombre de su libro que se titula folclóricamente “Cabrona y media”. Aceptó un promocional del PRI que dice no llegó a la gubernatura de Hidalgo, pero fue alcalde de Miguel Hidalgo (sic empequeñecido), y fue a quejarse con el embajador yanqui, Ken Salazar, que si ella dirige el país no aceptará a los embajadores de Venezuela y Cuba; esta última bella estampa de soberanía nacional.
Sorpresas y carcajadas tendremos a montones en esta contienda presidencial.