Símbolos de cambio y empoderamiento femenino en la toma de protesta de Sheinbaum.
Por: Janet Galindo/ Oscar Ulin
Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la primera mujer en asumir la presidencia de México, un hecho que marca un antes y un después en la política del país. Su toma de protesta no solo fue un momento histórico por su ascenso al poder, sino también por los poderosos símbolos que acompañaron la ceremonia, reflejando la visión de su gobierno: igualdad, inclusión y reconocimiento a las mujeres.
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El vestido marfil: conexión con las raíces indígenas
El vestido que lució Sheinbaum no pasó desapercibido. De color marfil, con bordados florales realizados a mano por Claudia Vásquez Aquino, artesana de Oaxaca, el atuendo representó más que una simple elección de moda. Simbolizó el respeto y reconocimiento hacia las comunidades indígenas, especialmente a las mujeres que con sus manos crean arte y preservan tradiciones ancestrales.
En su discurso, la presidenta resaltó el valor de estos conocimientos transmitidos de generación en generación. Con esta elección, Sheinbaum reafirmó su compromiso de mantener viva la herencia cultural de México y apoyar a las mujeres indígenas, quienes a menudo son invisibilizadas.
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La entrega de la Banda Presidencial: homenaje a Ifigenia Martínez y la lucha femenina
Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fue la entrega de la Banda Presidencial a Sheinbaum por parte de Ifigenia Martínez, una veterana política de 94 años y pionera del movimiento de izquierda en México. Este acto no solo reconoció la trayectoria de Martínez, sino que fue un tributo a todas las mujeres que han luchado por la equidad y el acceso a espacios de poder.
La imagen de Martínez, visiblemente emocionada y con esfuerzo físico, simbolizó la continuidad de una lucha que inició décadas atrás, y que hoy ve uno de sus mayores logros: una mujer presidenta. La historia de Martínez, marcada por la resistencia y la búsqueda de justicia, reflejó el camino recorrido por las mujeres mexicanas para llegar a esta cúspide política.
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La nueva imagen institucional: la joven mexicana que mira a la izquierda
Antes de la ceremonia, Sheinbaum presentó la nueva imagen oficial de su gobierno: una joven mexicana mirando a la izquierda, sosteniendo una bandera donde el Escudo Nacional es sustituido por su rostro. Este símbolo encapsula el mensaje de su administración: justicia social, libertad y el reconocimiento del rol de las mujeres en la historia.
La joven que mira a la izquierda representa las generaciones de mujeres que han luchado, resistido y transformado el país, aunque sus nombres no siempre aparezcan en los libros de historia. Esta nueva identidad gráfica es un reflejo del enfoque feminista que Sheinbaum busca imprimir a su gestión, y una reafirmación de su compromiso de visibilizar a las mujeres en el ámbito público.
Una nueva era para México
Claudia Sheinbaum no solo asume la presidencia de México, sino que lo hace con la responsabilidad de ser la primera mujer en ocupar ese cargo, lo que representa una transformación política y social para el país. En su discurso, reiteró su compromiso con la igualdad y la justicia, haciendo hincapié en que su gobierno será uno que trabajará para que las mujeres tengan acceso a los mismos derechos y oportunidades.
El uso del término «presidenta», defendido por Sheinbaum, también marca un cambio simbólico en la forma en que el lenguaje y la política reflejan la realidad. “Solo lo que se nombra existe”, dijo, destacando la importancia de visibilizar a las mujeres, no solo en la historia, sino en el presente y futuro de México.
La toma de protesta de Claudia Sheinbaum no solo fue un momento de gran relevancia política, sino también un evento cargado de simbolismo, donde las mujeres, sus luchas y sus logros fueron protagonistas. A través de estos tres gestos, Sheinbaum ha dejado claro que su gobierno estará marcado por la inclusión, el reconocimiento y la igualdad de género, abriendo una nueva etapa en la historia del país.